TURISMO
Paseos y excursiones fáciles

BARRANCO EPIFANIO

Epifanio es el nombre de uno de los tres barrancos, junto con el de Samán y el de Cargates, de la ladera este de los Arañones o Canfranc Estación. En la ladera oeste, destacan los de Secrás y Estiviellas. Además de su acusada torrencialidad en época de lluvias y tormentas, la característica más importante de estos barrancos es su capacidad para almacenar nieve, sobre todo en sus cuencas superiores, y el riesgo que ello implica por el posible desencadenamiento de aludes. Esta circunstancia obligó en su día a responsables políticos e ingenieros a tomar una serie de medidas de protección efectivas que se concretaron en su regulación, canalización de tramos finales, y construcción de diques de contención en sus cabeceras y cursos medios. Para la comprensión de la magnitud tanto de este fenómeno y de las extraordinarias obras de protección que se llevaron a cabo, resulta imprescindible la visita al Centro A Lurte, prevista como punto final de nuestro itinerario.


CASETA BLANCA

La Caseta Blanca forma parte de un conjunto de pequeñas edificaciones que se debieron construir en su día para poder proceder a la tarea de repoblación forestal de las laderas de Los Arañones. Esta repoblación tenía como objetivo la protección de personas e infraestructuras de los peligros de las avalanchas de nieve. La Caseta Blanca se usó como almacén, habitación y refugio al servicio de uno de los viveros donde se plantaban las distintas especies forestales que posteriormente se utilizarían para dicha repoblación.

Desde este vivero de la Caseta Blanca pueden observarse al oeste las obras de sujeción, frenado y detención de aludes que se practicaron en el barranco de Estiviellas. Las primeras son un conjunto de intervenciones realizadas en la parte más alta, en la cuenca de recepción del torrente; las segundas, realizadas en la zona intermedia o canal de desagüe, son una serie de diques 'vacíos' de contención y frenado que se caracterizan por ser las únicas de este tipo conocidas; y las terceras, construidas en la zona más baja o cono de depósito del barranco, son medidas dirigidas a parar y frenar la avalancha en caso de haberse producido.

Asimismo, resulta muy llamativa la vista aérea de la estación internacional de ferrocarril y de todo el complejo ferroviario que puede observarse desde este enclave. Dicha estación fue el motivo y objeto de protección fundamental que provocó la realización de todos los trabajos de protección en las laderas de los Arañones.


PASEO DE LOS MELANCÓLICOS

Se desconoce el origen del topónimo, si bien algunas voces hablan de que los largos paseos que personas con enfermedades pulmonares, para quienes el clima pirenaico era muy recomendable, solían dar por este paseo, pudieran explicar su significado. Lo que sí se puede afirmar es que la existencia del mismo fue en cierto modo casual, ya que para su ubicación se aprovechó la zona alta de un talud de contención construido en la ladera Este del complejo ferroviario junto a la playa de vías. Sea como fuere, lo cierto es que hoy es uno de los paseos más cómodos, agradecidos, valorados y utilizados por personas de todo tipo y condición que habitan o visitan Canfranc Estación.


PASEO DE LOS AYERBE

La Familia Ayerbe está ligada a los inicios de la corrección de torrentes y al control de aludes en el Pirineo y concretamente dentro de la Sexta División Hidrológico-Forestal en las cuencas del río Gállego y del río Aragón. Pedro de Ayerbe Allué y Benito de Ayerbe Aísa eran primos hermanos y ambos los primeros Ingenieros de Montes directores de las obras de corrección de torrentes, control y defensa de aludes y desprendimientos de rocas en la explanada de los Arañones que luego se denominaría Canfranc-Estación. Un año después del fallecimiento de José María de Ayerbe Vallés, en 1971, el Ayuntamiento de Canfranc decidió dedicarles este paseo en reconocimiento a la dedicación y entrega de sus trabajos en Los Arañones de esta saga de Ingenieros de Montes.