A esta torre antigua se adosó en 1592 un recinto fortificado de planta irregular, diseñado por Tiburzio Spannocchi, ingeniero italiano al servicio de Felipe II.
La ampliación añadió tres torreones angulares que, con el antiguo, conformaron un patio de armas en torno al cual se abrían distintas estancias: habitación del gobernador, cuarteles de tropa, capilla, cocinas y cisterna.
Durante el siglo XVII su guarnición se ocupó de la vigilancia de la frontera y del control de los comerciantes que circulaban por el camino del Somport. Los soldados –veteranos de las guerras de Flandes e Italia- procedían en su mayoría del Reino de Castilla y muchos de ellos casaron con muchachas de Canfranc.
Durante la Guerra de Sucesión española, en 1706 y 1707, fue tomado por partidarios del pretendiente D. Carlos de Austria y recobrado por fuerzas francesas que apoyaban a Felipe V.
A mediados del siglo XVIII fue desafectado, sustituyéndole en sus misiones defensivas el nuevo fuerte de Cod de Ladrones. Dado su estado de abandono ya no estuvo operativo durante las guerras del siglo XIX.
Aunque parcialmente en ruinas y aprovechado como vivienda, mantuvo sus muros hasta 1928, cuando se abrió la nueva variante de la carretera justo por medio de su recinto, perviviendo tan solo la fachada oriental.
Abandonados desde entonces y ocultos por la vegetación, sus restos han pasado casi desapercibidos hasta su reciente consolidación, precedida de las oportunas excavaciones arqueológicas.